martes, 30 de noviembre de 2010

BRAVO POR WIKILEAKS

No debiera escandalizarnos comprobar que el Gobierno de EE.UU espía tanto a amigos como enemigos y que nada se mueve en este mundo sin su conocimiento y/o consentimiento. Era de dominio público. Por eso la tormenta política desatada estos días en Washington por la publicación en internet por Wikileaks de documentos presuntamente secretos tiene más de teatral que de veraz.
Los servicios secretos de todo gobierno son por definición secretos y su supuesta finalidad es la preservar esos gobiernos, aún en contra de la opinión de sus ciudadanos que son tratados como menores de edad e incapacitados para entender las decisiones que les afectan directamente. Pactos secretos, traiciones y corrupciones son las anécdotas de la historia de la Humanidad, y cuando el ciudadano tiene conocimiento de ellas tras mucho tiempo forman parte de su propia mitología patriótica, pues su impacto social ha desaparecido en ese espacio. El problema de Wikileaks es que lo que publica es muy reciente y sus consecuencias en las sociedades es incontrolable para aquellos que pretenden tener el monopolio de la información política.
En una sociedad libre y democrática la información debería estar al alcance de todo ciudadano y la obligación de éste sería la de formarse una opinión sobre su sociedad y la política de sus gobernantes. Pero es evidente que no nos encontramos en ese tipo de sociedad, y los gobernantes, no solo los norteamericanos, pretenden sustraer al ciudadano la información precisa para matenerse en el poder. La opinión pública es peligrosa y cuanto mas información se oculte al público , o cuanto más datos manipulados se editen, mejor para los gobiernos.
Estos días estamos asistiendo a la demostración palpable de que no existe ninguna democracia en el mundo. Círculos financieros estadounidenses marcan las políticas sociales y económicas de los gobiernos europeos , y políticos del mismo país manipulan el mapa mundial en su exclusivo beneficio, aún a costa de causar pobreza y penalidades a países lejanos.
Por eso no me sobresalta que Wikileaks documente que duda de la estabilidad psíquica de la presidenta de Argentina, Crisitna Kirchner, o de que considere a Zapatero un izquierdista romántico y trasnochado, o que tema que Berlusconi muera de un infarto de miocardio en una orgía sexual, o que se espíe a los responsables de la ONU, y que toda esta información sea facilitada por las embajadas norteamericanas. A mí lo que me preocupa es que la secretaria de Estado Hillary Clinton declare que la publicación de Wikileaks supone un peligro para la estabilidad internacional y que actuará agresivamente contra ese portal de internet, sin desmentir ninguna de las noticias publicadas. Obviamente para H. Clinton los EE.UU tienen todo el derecho para hacer lo que les de la gana en el mundo basándose en su poder financiero y militar, sea moral o no su actuación, democrática o dictatorial.
Que los responsables de la ONU tengan en teoría un estatus político inviolable no sirve para nada para los gobernantes estadounidenses. Que conviene a sus intereses económicos hacer un golpe de estado en Honduras, pues se hace. Quiero pecar de iluso ahora : política es el ejercicio público de la inmoralidad, pero no debería ser así. Por eso la campaña contra el mensajero (Wikileaks) de H. Clinton debe parecernos rídicula, inmoral e inútil.
Si en el mundo tuviésemos muchos Wikileaks otro gallo cantaría a estos cantamañas de políticos que nos gobiernan.

martes, 23 de noviembre de 2010

EL PSOE Y SU POLITICA REACCIONARIA

Cuentan los diarios el malestar de las bases socialistas del PSOE con las últimas decisiones tomadas por su dirección sobre la violencia marroquí en el Sahara Occidental en las últimas semanas, y aquellos de tendencia progresista recalcan algunas manifestaciones de líderes disconformes con ellas. Debe ser difícil para un pensamiento progresista entender el errático rumbo del PSOE en su labor de gobierno, y más aún defenderlo llegado el caso en público, salvo, claro está, que se comprenda de una vez por todas que el PSOE ha abandonado la meta progresista hace muchos años y que su política es la correspondiente a una derecha moderada, en la que la aceptación sin ambages del sistema capitalista es el pilar fundamental sobre el que se sostiene todo su programa de gobierno.
En España existe la ultraderecha , ultramontana y fascistoide, representada por el PP, la derecha moderada, tibia e inconsistente, del PSOE, y un amplísimo espacio político y social de izquierdas progresistas desamparado y desorganizado, sin una representación definida.
El mal de la izquierda europea es que es incapaz de articular una alternativa económica al neoliberalismo capitalista, dando por inevitable que el capitalismo es el único sistema económico posible en estos tiempos. Por eso las declaraciones de Jorge Semprún al diario "Público" de hoy en el que afirma que "el capitalismo se puede moderar, limitar, pero no moralizar, porque es inmoral por definición", resaltan poderosamente en el mundo intelectual progresista europeo como aportación válida para el debate. Debate en el obviamente los dirigentes del PSOE no tendrán interés alguno en participar, este tipo de alternativas les queda ya tan lejos que ni el más veterano de ese partido recordará el tiempo en que les interesó.
Las bases del PSOE tienen la oportunidad de ser consecuentes con su ideología mandando de paseo a una cúpula instalada en el poder y comenzar a debatir sobre el significado del progresismo en España.
Las medidas económicas aplicadas, el castigo a las clases medias y populares, el olvido de la Ley de la Memoria Histórica, el abandono de la Ley de Libertad Religiosa, el apoyo al régimen dictatorial de Marruecos, las manipulaciones de los diferentes Estatutos de Autonomía, la aceptación de una monarquía nacida en la dictadura, etc, son políticas de derecha , no progresistas, producto de una ideología , la neoliberal-capitalista, totalmente opuesta a la socialista.