domingo, 3 de julio de 2011

¿POR QUÉ ES PRECISA UNA VERDADERA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA EN ESPAÑA?

He comentado en anteriores ocasiones el déficit democrático del actual sistema político español, y su origen en una Transición anómala y tramposa de la dictadura franquista al vigente sistema político . La Transición estuvo dirigida por políticos, círculos financieros y militares pertenecientes al franquismo sin más. Pero  nunca habría llegado a su culminación sin el apoyo y entrega de los dirigentes del PSOE y PCE. La "nomenklatura" ( por usar hoy un término muy en boga en aquel tiempo y de reminiscencias soviéticas) de ambos partidos políticos  desactivaron las movilizaciones sociales que exigían una ruptura con el anterior sistema dictatorial. No se ha de olvidar que entre 1973 (año en que la dictadura mostraba evidente descomposición) y 1978 ( tres años después de la muerte del dictador Franco) el número de huelgas y manifestaciones de muy variado signo político fue de cuatro a siete veces ( según el año) superior al promedio del de la Comunidad Europea ("Vincenç Navarro. La necesaria segunda Transición. público. 30/06/2011) . Allí se pidió una "nueva sociedad más justa, libre, y conciliadora".
La "nueva sociedad" exigía un nuevo régimen político de tipo democrático equiparable al de las democracias europeas, es decir sin tutelación militar. Concepto que asustaba a aquellos políticos, financieros y militares que habían nacido y medrado en la dictadura y se encontraban dispuestos a impedir que las repetidas demandas políticas de la sociedad se llevasen a la práctica. Mas sus maniobras e intrigas, como las oscuras negociaciones para elaborar la Constitución de 1978, estarían condenadas al fracaso si no hubieran contado con la colaboración de una buena parte de los líderes izquierdistas de entonces ,en un acto de traición a las mismas propuestas e ilusiones que alentaban sus bases en la calle.
Una de las obviedades políticas de entonces era que la izquierda social española estaba totalmente desorganizada por la represión franquista y que su poder de convocatoria era más aparente que real. Solo el PCE parecía contar con algún tipo de estructura política y a su desmantelamiento se afanaron con celo sus mismos dirigentes (Santiago Carrillo, Dolores Ibárruri, por exponer los más representativos) cansados personalmente de un largo exilio por diversos países europeos, pasándose el primero  a convertirse en paladín de la monarquía borbónica en una pirueta ideológica increíble. El PSOE no existía en la práctica y tuvieron que levantar una organización política de prisa y corriendo , reuniendo a diversas y distintas corrientes del pensamiento socialista moderado, muchas de ellas  mediatizadas por un cristianismo de preocupación social. En esa urgencia llegaron a puestos de responsabilidad gente de dudoso pasado democrático, colaboradores más o menos díscolos de la dictadura, y muchos otros con unas inmensas ganas de vivir holgadamente del ejercicio de la política. Les vino el poder tan de repente y con tan suculentos sueldos que su capacidad de cribado bajó a mínimos impensables. La consecuencia se vería a lo largo de los años. La corrupción y las maneras y modos de ejercer la política  estaba en contradición con las iniciales intenciones y propuestas de los años vividos bajo el franquismo y acabarían por desacreditarlo desde una óptica progresista. 
En este estado de la cuestión no se debe olvidar la renuncia a los tradicionales ideales del socialismo histórico protagonizada por Felipe González y Alfonso Guerra, que les permitió hacerse tolerables por la derecha franquista. Cuando ambos llegaron al  poder sufrieron una amnesia profunda de lo que habían prometido durante años de mítines, conferencias y arengas, y bajo un lenguaje progresista se dedicaron a satifacer todas las demandas de la derecha financiera, religiosa y política ... mientras la sociedad española , y más concretamente las bases socialistas, aceptaban las pérdidas de derechos laborales duramente arrancadas con huelgas y muertos  a la dictadura, como mal menor , cuando la realidad era que España seguía a la cola de los países europeos de su mismo rango económico respecto a inversión social de todo tipo. Amnesia esperpéntica con el referéndum sobre la integración en la OTAN, prometida en una larga campaña contra el anterior presidente Calvo Sotelo, UCD, que lo hizo sin consultar a la sociedad y sí mediante un acuerdo parlamentario. González y Guerra dijeron mil veces que cuando ganasen las elecciones sacarían a España de la organziación militar, pero los susurros al oído de norteamericanos y alemanes les convencieron de que mejor era dejar las cosas como estaban ... ¿Y la promesa pública? ¿ y el programa electoral? Se arregló con una consulta popular amañada, dando comienzo a una manera de hacer política consistente en prometer el paraíso y después reptar por la seca y dura tierra. El lema socialista fue una pesada broma que la sociedad , poco habituada a pedir explicaciones a sus políticos , festejó con chistes y chirigotas : "No ( en letras grandes), de entrada ( en mínúsculos signos)". Contabilizado el resultado España siguió en la OTAN, de entrada y salida, y las bases norteamericanas permanecieron en suelo español sine die.  O su renuncia a la República y al Federalismo. O su pretensión de un Estado Laico. O una fiscalidad progresiva. O su resarcimiento del dolor y olvido de las víctimas de la dictadura franquista. O ... cientos de "deliberados olvidos".
Seducidos por los círculos financieros su cúpula se comportó como "nuevos ricos", con la gran ventaja para estos que suponía la capacidad desmovilizadora social del nuevo PSOE, de la que ellos carecían por su evidente pasado franquista ,y que ejerció subvencionando a los sindicatos (UGT y CC.OO, principalmente) en un plan de compra en saldo. Las ideas progresistas quedaron así postergadas, más como una utopía juvenil que una razón adulta práctica. Los líderes socialistas y sindicalistas alucinados con el nuevo bienestar económico que el sistema pseudodemocrático ideado por la derecha les ofrecía pronto se aplicaron a gozarlo tal como decía el dicho popular " cambiando de coche, casa y mujer".
La derecha franquista no podía creer lo que estaba viendo, los jóvenes contestatarios se habían convertido en feroces defensores de la continuación del anterior  régimen. Y algunos, más veteranos, curtidos en el exilio se erigían en adalides de la figura del rey Juan Carlos, cuya legitimidad nacía en la dictadura y no en la decisión popular. Un rey designado para su cargo por el dictador Franco, que nunca renunció a sus juramentos públicos legitimando la dictadura, que nunca había sido sometido a votación popular  y que aconsejado por los viejos políticos del franquismo se prestó feliz al cambio de imagen tras una arrolladora campaña mediática de los medios de comunicación de la derecha. Un pacto de silencio en esos mismos medios permitió a él y a sus amigos enriquecerse sin mesura y llevar literalmente la "vida que les dió la gana". La derecha , consciente de que la legitimidad del rey podría ser un punto débil en su estrategia publicó mil veces que la Constitución de 1978 suponía el refrendo de su papel y figura en los nuevos tiempos. Un chiste de entonces sobre el punto constitucional en que la figura del rey "no era responsable de sus actos ante la justicia" ironizaba sobre la necesidad y capacidad de gobernar de Juan Carlos de Borbón, asentando otra paradoja de la insigne chapuza que es ese texto constitucional : todos los españoles son iguales ante la ley menos el rey.
Resuelto el tema de la República se pasó a disolver el Federalismo, cambiándolo por el provincianismo. La evidente presión social de Euskal Herria y Catalunya se conjuró con un invento original, el "Estado de las Autonomías". Aquí era imprescindible la ayuda del PSOE. Pero este partido político estaba por aceptar lo que fuera con tal de tener una opción y porción de poder. Catalunya no ofrecía discusión, los intereses económicos de la burguesía catalana era coincidentes con los de Madrid. La lengua, costumbres y símbolos, eran peccata minuta  ante el poder del dinero. El problema se encontraba en Euskal Herria. donde la presencia violenta de ETA dificultaba aplicar el plan catalán, a la vez que suponía una excusa perfecta para qque la derecha española para impusiera sus tesis. Una amnistía podría ayudar a la hora de aplicar la estrategia. Se amnistiaron a etarras y grapos, y sobre todo a jueces y policías de la dictadura. Todo un éxito. Si se perdonaban a unos cuantos militantes violentos vascos y anarco-comunistas españoles de dudoso origen ¿ porqué no cerrar a cal y canto las actividades de los organismos represores de la dictadura? Que nadie vuelva sobre el pasado ... que no se pidan responsabilidades por los cuarenta años de represión franquista. Los policías cambiaron de destino o fueron ascendidos, los jueces del Tribunal de Orden Público y Tribunales Militares se pasaron a otras Cortes y Juzgados de la nueva etapa. Y lo que es más sorprendente e increíble, nadie de los anteriormente represaliados fue capaz de levantar la voz. "Había que olvidar el pasado", se decía, "ahora todos vivimos mejor", etc, en tertulias radiofónicas , periódicos , diarios televisivos, etc. Pero no bastaba ... la derecha española envalentonada con la buena marcha de su plan quiso dar dos pasos más.
Primero, cercenar territorialmente Euskal Herria, separando a Navarra del resto del país. "Para no dar impresión de nación", se dijo en los conciliábulos madrileños derechistas.
Y segundo, para evitar suspicacias y recelos, igualar a todos en su misma organización territorial.
Para el primer punto se contó con la actividad fundamental de los líderes navarros del PSOE, como el célebre Urralburu , de infausto recuerdo. Y para el segundo con un viejo burócrata de la dictadura, Martin Villa, que nombrado ministro de la UCD aplicó con rigor funcionarial  la desdichada LOAPA, ideada por Clavero Arévalo con el lema "café para todos", reduciendo las competencias políticas de vascos y catalanes e inventándose  autonomías donde la sociedad ni las reclamaba ni necesitaba. Una ola de autonomismo nació entonces con el invento de los políticos franquistas integrados en la UCD y la complacencia de PSOE y PCE.
Tres temas quedaban por resolver aún, se decía la derecha franquista. El PSOE debía renunciar explicitamente y no en conversaciones privadas y reuniones más o menos discretas a las ideas socialistas que daban nombre a su partido político. Lo de socialista y obrero era peligroso, aún en términos ideológicos.  El PSOE debía asegurar que el capitalismo liberal era el único sistema económico viable. No hubo ningún problema dentro su cúpula, alucinada e idiotizada por el carisma de González y Guerra,  facilitando la exigencia. Un Alfonso Guerra que años después declararía que "tenía que cepillar el nuevo Estatuto Catalán" aprobado en el Parlament Catalá y posterior votación popular, demostrando el poco o nulo respeto que le merecen las consultas populares cuando el resultado no es de su agrado.
El segundo problema, el deliberado olvido de lo que supuso el franquismo para la sociedad española en cuanto a coste económico, social , político y criminal. Para ello nada mejor que una acertada campaña mediática que falseara la historia. "La República fue criminal y culpable de que mentes bienpensantes, pacíficas y honradas tuvieran que "levantarse" e iniciar una Cruzada liberadora con la cruz como enseña". Al exilio se fueron la "gente del malvivir con las manos machadas de sangre", podrían haberse quedado en España sin ningún problema "porque sus monstruosos pecados habrían sido perdonados por la Iglesia". Y ese fue el último problema, el papel de la Iglesia Católica en la represión franquista y posición privilegiada en la organización del Estado. Ningún gobierno de González ni de Rodríguez Zapatero se atrevió a denunciar un Concordato firmado por el dictador antes de su muerte.
Todo encajó a la perfección. La nuevo democracia se basaría en una monarquía no elegida popularmente y promovida por el dictador. El sistema económico sería el capitalismo liebral dirigido en todo momento por los banqueros de la dictadura. El sistema judicial sería asiento de personalidades de origen franquista. El Estado , igualitario y centralizado en su estructura, a pesar de la diversidad y aspiraciones políticas de sus pueblos, ¡qué se creían los vascos y catalanes!. La Iglesia Católica seguiría  mandando en usos y costumbres, arengando dominicalmente desde sus púlpitos, dando lecciones de moral , y además recibiría una muy generosa subvención para aliviarle sus necesidades terrenales. Los fusilados republicanos en cunetas y paredones seguirían a dos metros bajo tierra al abrigo de miradas indiscretas y nadie investigaría lo sucedido, pues sus autores todavía vivían plácidamente, y algunos de los firmaron penas de muerte se presentaron con toda desfachatez a las elecciones como demócratas de toda la vida (Fraga, por ejemplo). Los últimos románticos y derrotados republicanos que quedaron agazapados en algunas montañas no defendían legalidad política alguna, eran simples bandoleros.
La derecha española alcanzó sus objetivos políticos y económicos plenamente y además ahora contaba para reafirmar su estrategia a largo plazo de transformar una dictadura en una época limpia, añorada y plácida , con el PSOE, pretendidamente izquierdista, cimentando su viejo nacionalismo intolerante como ideología moderna. Así se reafirmó entre los líderes socialistas la idea de una España centralizada, monocorde culturalmente y guerrera con la discrepancia política. Se sumaron a la ideología franquista con alegría y  paso marcial olvidando sus raíces republicanas, su sistema económico de distribución de la riqueza y su espíritu progresista y de libertad.
La derecha ultrmontana ganó la partida. La dictadura franquista pervive en el nacionalismo español e impera por completo. Puede decirse que hoy día en España rige el bipartidismo, salvo en Euskal Herria y Catalunya,con una derecha fascista (PP) y una derecha moderada , muy desorientada al perder su señas de identidad, (PSOE), partícipes ambas de un nacionalismo decimonónico , intransigente e intolerante. Por eso es preciso una verdadera Transición Política que permita a la sociedad española reconocer y reconciliarse con su pasado y establecer bases firmes para el futuro. De no hacerse así la sima que separa al nacionalismo español de los vascos y catalanes aumentará hasta hacerse insalvable, y la distancia que se percibe entre lo que pide la sociedad española en las calles y lo que el actual sistema político ofrece crecerá hasta llevar a la ruina a todos. 

LA DACIÓN. LA BANCA SIEMPRE GANA.

El 25 de enero del presente año una sentencia de la  Audiencia de Navarra , con gran sensibilidad social, abrió a la ciudadanía la posibilidad de saldar una deuda hipotecaria con Bancos y Cajas de Ahorros entregando la llave del piso en litigio, lo que se conoce como "dación". De inmediato la patronal bancaria se dirigió al Ministerio de Economía exponiendo su inquietud por las consecuencias de la citada sentencia.
Pensaba la Patronal Bancaria que su negocio usurario se converitría en una gigantesca inmobiliaria si la ciudadanía decidía darles los pisos que ya no podía pagar. Y no lo iban a consentir.
El drama personal y familiar que entraña para una persona con una hipoteca de un piso y en paro o con dificultades económicas en las actuales circunstancias de crisis económica, que no olvidemos ha sido causada por los Bancos, carecía de importancia para el negocio bancario.
En España la Ley Hipotecaria obliga al hipotecado a responde con sus bienes presentes y futuros del préstamo bancario y si se demuestra incapaz serían  los avalistas quienes deberían responder . Mientras tanto el piso sería sacado a subasta a un precio inferior al de la hipoteca, de tal modo que el hipotecado no solo perdería el objeto de su hipoteca sino que además pagaría las costas judiciales derivadas y las cuotas hipotecarias pendientes hasta su fallecimiento en muchos casos. Una Ley Hipotecaria cruel para estos tiempos, injusta socialmente y usuraria, pensada para que la Banca siempre gane en detrimento de la ciudadanía.
¿Es posible modificar la señalada Ley Hipotecaria? Sí.
¿Con una iniciativa popular? Sí, pero de tan largo recorrido administrativo con dificultades prácticas tan grandes que ciegan este camino.
Entonces ... bastaría una voluntad del Gobierno del PSOE para que se iniciase por vía urgente su tramitación parlamentaria ... o en su defecto dejar en suspenso algunos de sus artículos ... siempre atendiendo al bien de la ciudadanía.
¿Va a hacerlo ? No. Este gobierno está en manos de los Bancos ... es su más firme defensor , junto a la derecha ultramontana. Se quejan los Bancos de que irán a la quiebra si se modifica la Ley Hipotecaria  ...demostrando que su actividad consiste en chupar la sangre y el sudor del trabajador ... pues que se vayan ... debe primar el interés común al particular y gremial.