domingo, 26 de agosto de 2007

SOBRE LOS DIOSES. 1

Decía Miguel de Unamuno que la existencia de Dios era un problema insoluble... desde un punto de vista racional. Apartada la razón sólo queda la fe a la hora de resolver el problema.
Es decir, queda la subjetividad individual.
Cualquier subjetividad e spor definición relativa, pues lo que es válido para una persona puede no serlo para otra.
La organización dogmática de esta fe y creencias individuales crean las religiones. Las religiones son, pues, un conjunto de subjetividades que lejos de admitir su relativismo pretenden poseer la "verdad absoluta" e impnerse a un conjunto social.
Pero no es de las religiones como instituciones sociales, políticas, y filosóficas, lo que debe ocuparnos por ahora, sino el hecho mismo de que alguien , cualquier persona, entienda la existencia de Dios como una necesidad íntima que dé sentido a su vida.
Esta necesidad, humana, es la autora de los dioses.
Los dioses tienen como finalidad darnos "sentido" , son un producto de la conciencia humana y una necesidad a nuestra carencia de entender las razones de nuestra existencia individual, colectiva, y nuestro lugar en el Universo, así como la finalidad y composición del mismo. Explicación de nuestra nimiedad, abordada desde la humildad, y producto de nuestra ignorancia.
Nuestra conciencia se rebela ante la evidencia natural de sabenros pasajeros, de no conocer nuestro origen y objetivo en la vida, y ansía perdurar, prolongarse eternamente de alguna manera en otro ámbito que nos explique las razones de nuestra existencia, de por qué hemos nacido y vivido, y sobre todo para qué.
Este anhelo, deseo desbocado en nuestra conciencia, es la solución rcional que el Hombre ha encontrado para aceptarse y aceptar a los demás, para "entender" nuestra vida.
El anhelo inventó a los dioses. Como `proyecciones ideales de nuestras propias carencias individuales. Soluciones individuales y relativas, que pretendemos absolutas y generales, a pesar de que las sabemos artifciales.
Autoengaño, ilusión premeditada, del que olvaidamos su elaboración racional para seguir viviendo como si fueran auténticas verdades y objetivo de nuestra existencia. Respuesta a nuestra inquietud racional ante lo desconocido o inexplicado.

sábado, 25 de agosto de 2007

SOBRE EL CÁNCER.1

Todas la células ,animales y vegetales, tienen un ciclo vital, una especie de esperanza de vida, determinado genéticamente. Se conoce como apoptosis. Fenómeno natural que limita el número de reproducciones celulares antes de autodestruirse. Los trabajos sobre esta observación natural tratan de modificar la composición proteínica nuclear para impedir esa especie de suicidio celular, cuya más inmediata aplicación sería concebir a la vejez como una ptología solucionable, y que el cáncer sea tratado como una patología más, sin su carácter mortal y definitivo.
La apoptosis es la fecha de caducidad de las células y es independiente de los factores externos, o ambientales, aunque estos, indudablemente, puedan acelerar el proceso. Las células no son eternas, tienen un ciclo vital marcado genéticamente. Principio que nos ha de iluminar sobre la caducidad de nuestras vidas.
Se entiende el cáncer como una modificación genética del núcleo celular que permite a la célula dividirse sin contro, "alocadamente", alterando el ciclo apoptósico, e invadiendo y transmitiendo su modificación o mutación a la células vecinas sanas. Las razones por las cuáles una céula sufre esa modificación cancerígena sigue siendo una incógnita . Sabemos de la influencia de la genética en la predisposición al proceso, de la influencia medio-ambiental, etc, peor no se conoce con excactitud el proceso.
El esquema tradicional patogenético : invasor+virulencia+estado de recepción del huésped ; no parece aplicable ene ste caso, a pesar d ehaber sido utilizado conceptualmente durante años, porque el problema no es exterior, sino del mismo receptor o huésped, que sufre un "motín" o "desobediencia" de un grupo celular y su sistema inmunológico no es capaz de "reconocerlo", y por ende atacralo, permitiendo al grupo celular una reproducción descontrolada que termianrá por agotarlo y matarlo.
¿Pero qué es el sistema inmunológico?
Se define como un sistema de control y defensa de todo tipo de alteraciones, internas y externas, que pueda poner en peligro la vida de un organismo. Su existencia y eficacia está genéticamente señalada, pero que puede modificarse por los repetidas agresiones exteriores, como si se tratase de un "cansancio general" ante tanta respuesta defensiva a lo largo del tiempo. En esa permanente batalla del sistema inmunológico contra la agresión exterior (virus, bacterias, todo tipo de toxicidades, etc) e interior (autocontrol de las enfermedades autónomas o cáncer) llega el momento de la claudicación, y entonces se manifiestan las enfermedades más o menos graves. En las poco agresivas el sistema inmunológico es capaz de rehacerse y contraatacar. En las graves, su fallo es tan importante que puede o no tner tiempo para recuperarse o declararse vencido.

La célula cancerígena es, pues, una cñelula más de organismo que se ha ido del control inmunológico. Por eso siempre el cáncer es multicéntrico.

Los problemas de la quimioterapia es que afecta a las céulas cancerígenas sí, pero también lesionan a otros grupos celulares de órganos sanos. Y la radioterapia , mata el tumor, lo "quema", haciendo lo mismo con las células sanas de los alrededores.
El reto de la quimio y radioterapia es ser cada vez más selectivos en su acción. Se han conseguido grandes avances, pero hay mucho por recorrer.

Una dieta que no contenga ningún factor potencialmente cancerígeno es imposible en el mundo occidental actual. La verdad es que no sabemos lo que comemos. Desconocemos el origen, producción, mantenimiento y distribución , de todo lo que comemos y bebemos. Y lo que es más grave, no podemos controlarlo, aún en el supuesto en que lleguemos a vislumbrar alguna alteración. En esta concepción teórica el ecologismo sería más que una "manía" de algunas personas u organizaciones, una auténtico pensamiento y filosofía prácticas con consecuencias sobre nuestras vidas y medio ambiente. Una nueva concepción teórica de relación del hombre con la naturaleza. que además implicaría la modificación de la actual economía y relaciones entre los pueblos del planeta.
Caminamos por una vía peligrosa para la humanidad, nos hemos asomado al acantilado del desastre natural y no queremos aceptar lo que nuestros ojos presentan.
Un ejemplo , muy pequeño pero claro, de las influencias exteriores dañinas en nuestro sistema inmunológico es la presencia de dioxina, o del látex también, en nuestras vidas. Cada vez es más difícil encontrar líquidos envasados en cristal. Y la dioxina, como todos los productos organoclorados, son potencialmente cancerígenos. Como lo son muchos de los conservantes que contienen los alimentos que tomamos a diario, los colorantes de las bebidas, y las mismas fibras textiles de las ropas que usamos.
Un caos. Del que no parece bastar ser consciente de su existencia, porque es imposible salir de él.

No creo que existan "espíritus cancerígenos", ni que el cáncer sea una enfermedad de la mente. Es una enfermedad tan "humana" que es consustancial a nuestro código genético. Es tan nuestra que vive con nostros desde que nacemos en nuestro cuerpo.
Si aceptásemos al cáncer como enfermedad del espíritu saldrían por ahí los vividores de siempre diciendo que un "espíritu maligno" ha poseído al enfermo de cáncer. Sería un castigo de cualquier dios. Y su cura consistiría en exorcismos y rituales.
He conocido a muchos enfermos de cáncer, y todos han tenido una actitud positiva ante su presencia. Saben su gravedad, un miedo cerval los coarta en todas las actividades cotidianas, pero confían con todas sus fuerzas en que su problema s epueda resolver con la medicina actual.,
Dependiendo del nivel cultural he conocido algunos casos que me impresionaron por la aceptación de un fin próximo con una resignación que me llegó muy adentro.
Mientras el médico les diga que se puede resolver su problema con este medio o aquel otro confían ciegamente en su palabra, mas ayudándose de un amyor acercamiento al mundo religioso, como intentando configurar su existencia globalmente, atender al cuerpo y al espíritua, solicitando ayuda a lo desconocido ante el fin de la vida. Pero en los últimos días, todos, tienen una profunda aceptación de fatal destino que se les acerca. Nunca conocí a nadie que se rebelase por su cruel final.
Para mí siempre ha sido un misterior esa profunda mirada, como pozo sin fondo, y esa entrega física que me hacen, a la que yo siento no poder corresponder en igual medida. Son días de frustración y dudas los que me llegan en los días siguientes a su muerte.

sábado, 4 de agosto de 2007

SOBRE LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE. 1

Hace unos días escribí sobre algunos aspectos de la relación médico-paciente haciendo hincapié en la distorsión que suponía para ella la medicina pública al romper uno de sus fundamentos, como es la confianza mutua. Una confianza en la que el paciente da al médico el crédito de que éste utilizará todos los mdios a su alcance para diagnosticar y tratar su enfermedad ; y el médico pondrá de su parte sus conocimientos y entrega para solucionar el problema que se le presenta.
Este esquema supone que le médico siempre habrá de actuar de manera "ética", y el paciente apreciará los esfuerzos físicos y psicológicos del médico para resolver su problema de salud.
La consecuencia sería que en aquellos casos en que no sea posible devolver la salud al paciente si el ,édico ha actuado "correctamente", el paciente debería aceptar el resultado. Y en caso contrario, si el médico ha sido "negligente", podrá demanadarle judicialmente pidiendo un resarcimiento del daño.
Observemos que este segundo caso supone la ruptura de la mutua confianza y se recurre a otra instancia, la judicial, ajena en principio a la relación médico-paciente, traspasando el paciente su confianza al juez.
Mas todos sabemos que la instancia judicial se encuentra en la práctica diaria lejos de la imparcialidad que se le presupone, apareciendo tres esfera sociales (médcio, paciente, y juez) en los que la desconfianza afecta a todos por igual pero sólo una, la judicial, ejerce el papel de árbitro.
El juez tiene un problema : ¿cómo se ha de proceder al resarcimiento de un problema médico? ¿multa al médico, inhabilitación temporal, en caso de negligencia, o la recpeción de dinero por el paciente?. La justicia objetiva y cuantifica el problema en dinero, y el paciente debe de contentarse con lo dictaminado y/o con lo recibido , sin posibilidad de modificar el baremo. Una vez dictaminada la cantidad estipulada,¿recupera le paciente la salud? ¿devuelve su confianza a la medicina? ¿y si no consigue la cantidad que creía merecer, confiará en el futuro en la justicia?.
Hemos hablado de "negligencias médicas" y no de "negligencias judiciales", que ta,bién las hay, lógicamente, muchas y graves, que no se resuelven monetariamente, sino medinte sanciones. Como tampoco lo hemos hecho de "negligencias de pacientes", que son tanto o más frecuentes como las dos anteriores. El resultado es un mundo caótico de reclamaciones, y desconfianzas, en el que mal que nos pese la justicia ha de encargarse de organizar y sancionar.
Mas en los últimos años la civilización occidental ha experiemntado un cambio sustancial en las relaciones entre médicos , pacientes y jueces. no se parte ya del supuesto de confianza mutua, situación casi angelical hoy día, sino en la obtención de resultados.
El paciente "cree" en el resultado. En la obtención de un resultado satisfactorio para sus aspiraciones. Y si no lo considera así, presenta una demanda judicial. Y el médico se escuda, anonimizando su profesión y ejercicio, en la información detallada de los riesgos y complicaciones de cualquier intervención quirúrgica. Esta minuciosa información no suele ser del agrado del paciente, pues le presenta "crudamente" lo que puede sucederle en una operación quirúrgica, obligándole a asumir una serie de riesgos físicos que no desea. Sin olvidar que la búsqueda de un "culpable" en caso de no lograrse el resultado esperado no compete totalmente al médico sino en buena parte a la asunción libre de unos riesgos y perjuicios inherentes al acto médico.
El árbitro-juez en estos casos lo tien más fácil a la hora de enjuiciar, pues se trata de un acto pactado por médico y paciente en el que cada uno conoce sus límites y no hay lugar para el pretendido desconocimiento de las partes.
Esta situación es la que hay, no es la deseable, añoro personalmente la calidez y humanidad de la antigua relación entre médicos y pacientes, pero es el campo en que los médicos ejercemos nuestra profesión y debemos aceptarla. Para el médico su esfuerzo y preparación es secundaria en la actual situación, pues siempre estaremos bajo sospecha, y nuestro trabajo, que sabemos no poder garantizar resultados, se verá custionado por los pacientes. Imprescindiblees , pues, la información detallada previa a todo acto quirúrgico por parte del médcio al paciente, como igualmente lo es la detallada comunicación de las eventuales dificultades que han aparecido durante la intervención quirúrgica. El paciente, o sus familiares, deben conocer todo lo relacionado con la operación, sean malas o buenas las noticias que deba el médico transmitir , así como las posibles soluciones conocidas a las complicaciones.
Ocultar información de cualquier tipo por parte del médico es un error que se suele pagar en los engorrosos trámites de una demanda judicial.
Los médicos deben saber que aunque nuestra práctica sea correcta, neustra disposición sana, en alguna ocasión tendremos que justificarnos ante un juez, porque no podmeos garantizar un resultado que en muchas ocasiones depende de la valoración desproporcionada del paciente a la hora de conseguir un objetico utópico, y en esta sociedad donde todo debe tener una causa culpable y dolosa el médico es el sacrificio propicio para su resarcimiento.

viernes, 3 de agosto de 2007

¿Y AHORA QUÉ PIENSAN LOS NAVARROS?

¿Cuándo los navarros se darán cuenta de la manipulación política a que están sometidos? ¿Cuándo entenderán que para los españoles no pintan nada sus opiniones y problemas, y únicamente son utilizados como punta de lanza contra el nacionalismo vasco?.
Las últimas elecciones autonómicas dieron unos resultados curiosos : ganó la derecha nacionalista española , pero sin mayoría absoluta (situación en la que úncamente parecen gobernar dados los ataques sistemáticos que envían todo el mundo). En segundo lugar, Nafarroa Bai , una coalición nacionalista vasca. Y a mucha distancia en votos y escaños sonseguidos, el PSN, socialistas navarros. La posibilidad de un cambio de política desbancando al nacionalismo español era una evidencia y una petición de la sociedad, pero para ello se precisaba una coalición entre Nafarroa Bai y PSN. La derecha española propugnó un gobierno propio , en minoría, asegurándose la sumisión del PSN durante la legislatura ; o en su defecto, un pretendido "frente constitucionalista" formado por ellos y el PSN , al que darían algunas cotas de poder. Este frente tenía como objetivo no permitir al cada día más creciente nacionalismo vasco entrar en ningún pacto de gobierno (todo se podía negociar, según Sanz (UPN-PP), menos que los vasco-navarros pudiesen "contaminar" los gobiernos locales y forales). Y ahí entra el PSN, no se olvide con resultados minoritarios, como juez de la situación, exigiendo a Nafarroa Bai la presidencia de la comunidad y prácticamente la mayoría de las carteras del gobierno foral. En un alarde de pragmatismo político, que a decir verdad no comparto totalmente, NaBai accede a pactar y concretar sus programas con el PSN. Pienso que los socialistas creyeron que sus leoninas condiciones nunca serían aceptadas por NaBai, y pusieron una condición más difícilmente asumible por los nacionalistas vascos : no se trabajaría en la formación de un acercamiento con la Comunidad Vasca. Posibilidad que figura en la Constitución Española, no lo olvidemos como lo hacen los nacionalistas españoles. Llegan los acuerdos, y se aprueba por UNANIMIDAD en el PSN que formarán un gobierno foral con NaBai. Leemos bien, por UNANIMIDAD. Pero queda la opinión de Madrid, del PSOE, al que pertenece el PSN, y los nacionalistas españoles socialistas responden que bajo nigún concepto aprueban lo acordado en Iruñea-Pamplona, y optan por dejar a UPN-PP gobernar en minoría controlando el PSN la labor política desde el Parlamento Foral. Destacados líderes socialistas españoles (Zapatero, Bono, Blanco, Hermosin ,etc) vetan el acuerdo del PSN basándose en que ese gobierno navarro PSN-NaNBai les quitaría votos en España, en concreto en Madrid, Andalucía y Extremadura. Es su docta opinión, y puede ser que acertada. Porque para el nacionalismo español, derechistas-fascistas y socialistas, el verdadero enemigo, su diablo, su innombrable, es el nacionalismo vasco y catalán.
La propuesta del PSOE de controlar la política de la derecha española en el gobierno foral carece de realidad, ¿cómo se puede controlar un gobierno contando con unos pocos escaños? ,cualquier censura, cualquier oposición deberá contar con los diputados de NaBai, y entonces qué diran los nacionalistas socialistas ....
¿Castigará Madrid, el PSOE, la unanimidad del PSN? ¿Los expulsará? Nos citamos para dentro de unos meses.