Mucho antes que la discusión sobre la identidad europea llegó al ciudadano la idea de la territorialidad y su composición interna, expresada en los límites de las fronteras europeas y en la llamada Europa de los Pueblos, enfrentada a la Europa de los Estados.
La Europa de los Pueblos se definía como una entidad política supranaiconal en la que tanto algunos Estados como Naciones integradas en los mismos y sin representación exterior definida la formarían en un ambiente de armonía política, con un mercado común, una política exterior, interior y social común.
Cuando se formuló políticamente este concepto los países del Este se encontraban cometidos a la esfera soviética, Yugoslavia era un Estado definido y Alemania tenía dos Estados enfrentados. La independencia de las repúblicas bálticas primero, la guerra de secesión de los Balcanes, y la división de Checoslovaquia en dos Estados independientes, fueron hitos en la formación de la Europa de los Pueblos. Los grandes Estados centroeuropeos apoyaron las decisiones unilaterales de cada uno de los pueblos citados como parte de una estrategia de acoso a la URSS, pero la idea motriz , la autodeterminación, lejos de desaparecer se vio fortalecida dentro de las fronteras de algunos Estados europeos a los que la Historia permitió constituirse como suma de naciones. Es el caso de Gran Bretaña, España, Francia , y Bélgica. Dentro de esos Estados existen vigorosos partidos políticos que pregonan la independencia de parte de su actual territorio con un mensaje que de hondo calado y sentimiento en sus poblaciones.
La autodeterminación de Kosovo , apoyada por la mayoría de los Estados Europeos y USA, ha puesto encima de la mesa de nuevo la idea de una Europa política distinta a la actual.
El primer ministro ruso, Putin, aliado tradicional de Serbia, avisó de las consecuencias internas de aceptar la autodeterminación de Kosovo en algunos Estados Europeos. La denodada defensa de la integridad territorial serbia por Rusia debe entenderse más como un desafío económico y estratégico a la UE y USA que un acto idealista de de defensa de las relaciones históricas entre pueblos eslavos. Desde Moscú se aludió a España como el siguiente paisaje que se vería modificado políticamente si se acepta el principio de autodeterminación ente el empuje de los partidos políticos nacionalistas vascos y catalanes. España, el gobierno socialista, entendió el mensaje. y no aprobó la autodeterminación de Kosovo.
¿Cómo podría España impedir el ejercicio de la autodeterminación de Euskadi y Catalunya?
Ya la derecha lo dijo hace tiempo : por la fuerza. Es decir, interviniendo su ejército.
Y lo dice la izquierda : imponiendo la sleyes españolas en esos territorios. Y si no fuera suficiente, o eficaz, por la fuerza también.
jueves, 28 de febrero de 2008
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