APUROS DE LA IGLESIA CATÓLICA EN ESPAÑA.

La Conferencia Episcopal Española en su mensaje, "Laicos y cristianos: sal y luz del mundo", con ocasión del día de Pentecostés medita sobre sobre la "crisis de fe" que existe actualmente en España , y achaca como causa de la misma a los medios de comunicación.
Curiosa explicación.
Ya desde hace un siglo la Iglesia Católica viene culpando a la "sociedad impía" el origen de su pérdida de influencia social. Los demás tienen la culpa, la Iglesia no, ni nunca. El campo yermo, el crecimiento descontrolado de la mala hierba, no es capaz de recoger la benéfica lluvia del mensaje cristiano y permitir que la dulce mies crezca en él. Si este débil razonamiento tuviera visos de veracidad deberían los obispos preguntarse por las razones por las que han pasado de un posición social hegemónica a otra cuestionada y residual.
Los tiempos de la Iglesia Católica son distintos a los de la sociedad occidental. Navegan en dimensiones distintas y manejan metas a tan largo plazo que para el español de hoy día resultan incomprensibles.
La comprobación semanal de que sus templos se vacían, que la sociedad española no solo desoye sus mensajes melifluos sino que los critica y responde, que rechaza su alineación con las posiciones políticas ultraderechistas, su obcecación en temas médicos y morales que suponen una evidente dignidad ante el dolor y la muerte personal ,o la sexualidad y los métodos anticonceptivos, ha llevado a los obispos españoles a una situación temerosa en cuanto a la influencia y calado social de su mensaje. Mas su miedo lejos de estas evidencias radica en algo tan prosaico como es su financiación, es decir, el dinero. "Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios", dicen que dijo su profeta, pues bien, que así sea, que la Iglesia Católcia se financie exclusivamente por sus fieles , y no por la sociedad en su conjunto, en la que existen muchas otras religiones y corrientes filosóficas que no reciben financiación estatal alguna.
Presentarse, la Iglesia Católica, como una institución neutral en España es una falacia que cualquier español racionalmente dotado descubre al instante. Si su mensaje no prende en la sociedad española deberían pensar que no están en la "honda de los tiempos actuales", que no responde a las necesidades e inquietudes de hoy, que el error es suyo y no de la sociedad. Mientras no hagan los obispos ese análisis mal les irán las cosas ... y de menos financiación dispondrán.