lunes, 18 de junio de 2007

DE MILAGRO SEGUIMOS... ATHLETIC DE BILBAO

Es un tema suficientemente estudiado por la psicología clásica la tendencia gregaria que todo hombre muestra a la hora de adherirse a un grupo o clan. Así hay equipos de fútbol que ejercen de aglutinadores de sentimientos grupales. El Athletic de Bilbao es uno de ellos. Es un catalizador de ese sentimiento profundo de pertenencia y/o exclusión al pueblo vasco. El apoyo irracional que muestra su afición ante los malos resultados y el mal juego del equipo, se expresó ayer en un San Mamés lleno hasta la bandera para asistir al milagro de seguir un año más en la Primera División. Banderas, cánticos, y un aliento leonino , para llevar al equipo hacia el triunfo. Mas cuando el partido acabó y los jugadores esperaban el agradecimiento general llegó una unánime y sonora pitada por la desastrosa temporada realizada. ¡Oh, sorpresa!. La afición no se merecía el sufrimiento de muchos meses, fiel más allá de lo razonable a una idea romántica del deporte y a una confianza política en su pueblo. Porque para nadie es un engaño decir que el Athletic representa como ningún otro equipo de fútbol a todo un país.
Es la hora de analizar los errores cometidos que nos han llevado a jugarnos la permanencia en el último partido. En primer lugar, y fuera de las debilidades de nuestra concepción de lo que es un equipo de fútbol, debemos llamar la atención sobre la desastrosa gestión de la entidad liderada por el ex-presidente Lamikiz, cuya gestión presidencialista, y por ello caprichosa, se caracterizó por dar el protagonismo deportivo a la Junta Directiva, quitándosela a los auténticos protagonistas, los futbolistas y entrenadores. Nada más asumir su cargo cometió dos graves errores, cuyas consecuencias vemos ahora : despedir a Zubizarreta como Director Deportivo, y a Txingurri Valverde como entrenador. Este dúo logró colocar al Athletic en Europa, un mérito poco apreciable para el ex-presidente al parecer. Para continuar la carrera de errores despidiendo a Javier Clemente en la pretemporada actual.
En segundo lugar se ha de admitir que la plantilla se ha envejecido de pronto en sus mejores elementos. Urzaiz, Joseba Etxeberria, y Tiko, muestran claramente signos de cansancio físico debidos a la edad.
En tercer lugar, y no es una excusa, el equipo ha tenido mala suerte. Las lesiones de todos los centrocampistas en los primeros partidos de la Liga ha obligado a los entrenadores a improvisar en esos puestos a jugadores que habían brillado en otras demarcaciones.
Ahora se nos abre la incógnita sobre la nueva configuración de la plantilla para la próxima temporada, pues no hay mucho donde escoger y que se adapte a nuestra idiosincrasia. El hecho de que la Real Sociedad de San Sebastián haya bajado a Segunda División nos ofrece una oportunidad de contratar algunos futbolistas jóvenes de valía.
El nuevo presidente tiene por delante una tarea complicada. Le deseo sentido común y suerte.

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