jueves, 17 de mayo de 2007

EL EVANGELIO DE JUDAS

EL EVANGELIO DE JUDAS.


A lo largo de la Historia pocas aventuras humanas fueron tan apasionantes como la creación de una nueva religión. Aventura caracterizada no por aportar grandes novedades teológicas a las ya existentes, sino por presentarse como la "única y verdadera", y por tanto "investida por la divinidad" para arrollar literalmente a las anteriores religiones que competían con ella en un espacio geográfico y temporal determinado. En una "humanidad ideal" la discusión y enfrentamiento teológico no pasaría de ser un debate pacífico entre "sabios", pero el componente irracional intrínseco a toda religión no permite debate alguno, al contrario, y todas la religiones pretenden imponer su divinidad y esquema social por la fuerza física. no hay excepción en la Historia. ¿Por qué?. La imposición violenta de sus teologías aparece desde los primeros instantes en que adquieren una cierta aceptación social, y se acrecienta cuando alcanzan la preeminencia dentro del grupo social. Los críticos son considerados peores enemigos aún que los extraños a su cultura, los llamados paganos o infieles.
¿Sería posible que una religión sin organización interna corporativa, abierta a todas las interpretaciones, sin jerarquía de ningún tipo, alcanzase con su mensaje a lo largo de los años a toda una sociedad, o al menos a un grupo social determinado?. Hasta hoy nunca se ha producido el caso.
El cristianismo nació como una secta judaica, con un claro mensaje exclusivamente dirigido al pueblo hebreo. Mensaje con una fuerte carga política más que religiosa, que solo podía ser entendido y asumido por el pueblo judío, pero que en aquel tiempo el citado pueblo se encontraba bajo el dominio de Roma, y si bien la política romana era tolerante con las creencias religiosas de los pueblos conquistados, no lo era tanto cuando se trataba de movimientos políticos cuyo objetivo era, precisamente, librarse del yugo romano.
Dos mil años después seguimos sin tener una idea clara de la figura de Jesús, ni siquiera de lo sucedido tras su muerte, cuando sus discípulos y amigos deciden extender el mensaje que animó su vida. Y sin embargo no nos debe caber duda alguna de que tuvieron que existir datos fiables sobre su vida, textos producidos por su secta y otros adversos a sus tesis, pero que desgraciadamente no han llegado a nuestras manos hasta ahora, y es seguro que nunca llegarán. ¿Por qué y quiénes hicieron la limpieza histórica de la vida del mesías Jesús?
Los textos canónicos dan una versión de lo sucedido que históricamente no sostiene la crítica, adquiriendo los relatos tintes de leyenda más que de crónicas históricas. Este oscurecimiento de la figura de Jesús está íntimamente relacionado con el auge de su secta dentro de la sociedad grecorromana, porque está claro que los udos y costumbres de la religión judaica que tenían sus discípulos nunca podrían público en esa sociedad. Había que reinventarse la historia, y cambiar sustancialmente el mensaje religioso, para que el público romano se interesara por çel, y ahí viene el personaje clave : San Pablo.
San Pablo es el auténtico creador de la nueva religión, y como no era judío tampoco tuvo mucho reparo en inventarse los momentos cruaciales de los textos canónicos. Por ejemplo : la figura de Judas, el juicio de Jesús, la manipulación de la muerte en la cruz, etc.
Judas quedó como un traidor a la causa política al entregar asu jefe a los romanos, para ajusticiarlo. El nuevo evangelio descubierto en el desierto egipcio contradice la versión oficial, aquellos que siguieron una línea gnóstica basada en ese personaje han logrado a lo largo de los años encender una luecicta en la crítica histórica. Poco importa ya que lo que era obvio leyendo los textos canónicos, pero sí que se pueda contar con un soporte material de lo sucedido. La manipulación de los textos acaecida en los siglos posteriores incrementó sus efectos populares, pues la palabra judas es sinónimo de traidor, y los judíos de la diáspora hubieron de soportar el apelativo de deicidas durante siglos. ¿Pero alguien puede creer que no fueorn los romanos los que enjuiciaron, y crucificaron a Jesús?. El Sanedrín no tuvo ningún papel relevante en el proceso, porque la justicia era aplicada según la "lex romana", y por esa misma ley fue crucificado , y no lapidado, como indicaría el Sanedrín.
¿Cuántas enormes manipulaciones se realizaron con fines interesados? En los textos canónicos lso romanos quedan absueltos del proceso. No podía ser menos. Roma no iba a permitir que ningún predicador caminara por su Imperio acusándole de haber matado al "hijo de Dios". Se le echa la culpa al pueblo en el que nació el personaje principal, se le oidará y perseguirá, salvando así al orden establecido romano.